martes, 10 de enero de 2012

querer queriendo

El tigre/ hombre o mar, quiere viento del que te pega en la cara y te recuerda cosas de antes y  después, sombra de luna y un velero de madera, amarillo, chiquito, para dos personas. Ya lo imagino escuchando las mil músicas, pintando montañas, cabras y esquinas con faroles, mientras el agua bajo su velero lo pasea como canción de cuna y el viento le recuerda la belleza que vendrá.
Paralelamente, la novia del océano/ mujer o chinchuda en luna llena, quiere dos jirafas, un frasco con tuquitos y una "mancuspia". Ya la imagino colgada de un bicho volador, dándole luz verde a las dos jirafas que se turnan una a una para llevar la "mancuspia",  viajando largas distancias, parando a descansar en arboles de florecitas perfumadas.
Ambos respiran y quieren, huelen y quieren, susurran y quieren.
De tanto querer, son ellos el agua, la canción de cuna y las pinturas. El velero ya existe y trae la "mancuspia", los tuquitos se pasean esperando ser transporte y el viento recopila recuerdos para desparramar organizada y cuidadosamente, solo faltan las jirafas, que están ahora arriba de la luna esperando una sombra tobogán que las alcance.