domingo, 28 de mayo de 2017

...

No me creas quieta
No me creas calma
No me creas tan buenita
No me creas tan naranja.
Pero tampoco te arrebates y me llenes de tus armas
No me creas revoltosa ni valiente ni muy sabia
Soy miedosa, no soporto, siempre quiero irme a mi casa.
Y no me creas que me calmo, en generar no calmo nada
Sólo callo, me lo guardo, y se me queda helada el alma.
No me creas tanto gesto, casi siempre dicen nada.
Que te cayes/Que me duele
Que de eso tan amargo
Yo aún, no cambio nada.
No te creas que tan suave puedo ser a la mañana
yo soy bruta, cascarrabias
No me gusta que me hablen, si no he dicho palabra
Y si vez que me anudo y los ojos se me bajan
Es quizá que así te pido que me abraces

Para no decir más nada.

domingo, 14 de mayo de 2017

Mandamientos y otros quehaceres

Que respire
Que no deje que me bajen
Que sea valiente/ Que me caliente
Que soy muy fuerte
Que soy tan frágil
Que yo no sé lo que es amar
Que te abrace hasta la playa
Que anoche hablé dormida
Que ni me muevo
Que te pateo
Que soy muy mala cuando sueño
Que te mareo
Que me despierto varias veces o como un tronco duermo
Que quiero todo
Que no se qué quiero
Que soy inquieta
Que soy profunda
Que soy impulso
Que me conformo
Que no me confunda/ Que soy grande ya
Que no quiera hijos/ Que ya es hora
Que me valore, pero cuidado!
Que no exija tanto/ que me respeten
Que no sea tan suave/ tampoco tan terca
Que soy híper sensible/ que ni se qué siento
Que tengo miedo/ que voy de frente
Que tengo terrores/ que soy de tembible
Que sea franca/ pero no tan transparente
Que estoy re loca/ Que te divierte
Que soy muy rosa
Que te apabulla
Que sea yo/ pero no tanto
Que sea suave/ prolija/ entera
Que a la vez sienta, evalúe y también sorprenda
Y que respire
Que respire siempre como si tal cosa...
Tantos que, que ya vomito
Tantos que, que no soporto
Y respiro
Y me miro
Y tanta vuelta que me gusta
Tantos que, que lo disfruto
Y me gusto

caracol.

martes, 21 de febrero de 2017

variasiones con espasmo

Muto yo, tan señorita
Tan mujer y tan varón
Muto tanto. Pero tanto. 
Tan mimosa y lejanita
De ordenada a descontrol
Medio jipi/  detallista
Tan durita/ tan mistol.
Muto yo, tan revirada
Tan instante / tan dolor
Tan me insulto / tan me río
Tan mental/ tan eclosión.
Muto yo como un arroyo
Mujercita de algodón
Tan miedosa e insistente
Enojona en camisón.
Cabecita clase media/ cabecita sin patrón
autoestima vegetal/ autoestima caracol.




mi-tu

Mi alterego es un árbol 
Tu alterego un corazón
Mi alterego de espumita
Tu alterego gran jarrón
Mi alterego moderada
Tu alterego mi fogón
Mi alterego todo calmo
Tu alterego un gran jardín
Mi alterego poco frágil
Tu alterego un alcanfor
Mi alterego con sombrilla
Tu alterego con limón
Mi criatura salvajita

Tu criatura, mi amor. 

miércoles, 25 de enero de 2017

Relación disléxica


Aun dudo de si era hombre o un mono con boca de pato; ornitorrinco, brujo o un cocodrilo mago.  
En principio me llamó la atención por sus pasos, caminaba para atrás, despacio; cantaba una canción inentendible que terminaba con el principio; y otra cosa… llevaba los brazos en alto como si estuviese en perfecta posición para atajar una pelota de voley.
Me fui acercando de a poco, me ubiqué paralela a su cuerpo  también caminando hacia atrás; para que no me vea. Descubrí que había dado vuelta sus pies y que con la punta de su dedo gordo, señalaba los míos. Me detuve; casi casi nos chocamos entonces yo di un salto y un suspiro… el hombre mono cocodrilo mago giró el cuello y nos miramos.
Tenía los ojos dulces, llenos de miel y de aceituna; sonreía como un niño con los cachetes colorados… entonces me presenté; soy Nevenka, le dije; casi con vergüenza por haberlo espiado… “yo no sé quién soy”, me dijo. Metió su mano derecha en uno de sus bolcillos del pantalón y sacó una moneda y me invitó a jugar “cara o seca? , es mi juego preferido”; dijo.
Mientras hacíamos volar la moneda casi de memoria, me dediqué a observar los detalles de su cara; el movimiento de sus manos, su pequeño cuerpo; ágil y liviano. Toda su ropa estaba puesta al revés: el pantalón en los brazos, un collar en la cintura, la remera en las piernas; un soquete de pulsera  y todas pero todas las etiquetas de la ropa del lado de afuera; a la vista, como pequeños cartelitos decorativos.
Comencé a reír a los gritos, como si fuera lo único que mi sistema nervioso podía accionar¸ con el dedo índice señalé cada cosa “desordenada”, me reí de sus adornos, de sus pies, de su modo de caminar, de su canción, de su existencia entera.
Él se quedó en silencio y mirándome, de vez en cuando una pequeña sonrisa tierna, de vez en cuando una respiración profunda.
Se quedó tanto en silencio que salí corriendo; me arrodillé detrás de una pirquita de piedras y seguí espiándolo, él retomó la canción donde había dejado y siguió avanzando, esta vez para adelante, pero caminando con las manos.
Cuando miré su espalda del revés, entre medio de los omóplatos un bultito sobresalía haciendo ruido de tambor; sonaba primero algo desordenado, luego al ritmo de cada una de mis respiraciones, yo inhalaba y un tum, exhalaba y otro tum … así estuve un buen rato, observando esa maravilla de ritmo compartido, mi propio tambor sonaba junto al suyo tan perfectamente como una máquina.
Ya no tuve sensación de risa, ni de burla ni de extrañeza por la otredad, salí de mi escondite y me acerqué, esta vez tan segura y directa  como una flecha, los tambores cada vez mas fuertes, los golpes más profundos y permanentes
Bajó de sus manos, puso su cara en mi pecho y lentamente, muy lentamente fuimos tranquilizando la música, nos hicimos una bolita, y así, en la vereda, nos dormimos una siesta entretejidos, mi corazón entre sus omóplatos, las piernas como sogas anudadas, las manos bien juntas. La ropa se me dio vuelta, me puse sus zapatos, él se puso mi nariz, y soñamos, soñamos al revés.


sábado, 5 de noviembre de 2016

texto en sueños

Amame así/ desde lejos
Onírica y perfumada
No tan fuerte ni vulgar
No tan frágil/ no tan rígida.
Amame así, desde lejos
onírica y simple
tan florida y ensoñada
imperfecta pero dulce

tan desnuda/ desde lejos.

sábado, 21 de mayo de 2016

vecino de medio metro

Todas las mañanas a eso de las once se asoma, me mira desde afuera, balancea la cabeza de un hombro a otro, la sonrisa permanente, los ojos achinados, su zapatilla-trasporte lista para la travesía.
Lo veo así, tan dulce, tan feliz y me acerco, le agradezco por venir, le muestro la iguana de madera que puse a tomar sol hace mas de una hora, él la mira, apoya sus manitas y la mima, unos mimos nuevos, como si fueran los primeros.
Da unas vueltas al rededor de las cosas y de vez en cuando vuelve a darme sus ojos con la cabeza en diagonal.
Nos compartimos el sol esos minutos, nos queremos.
Toca todo lo que sabe que no tiene que tocar, yo lo dejo y le regalo un caramelo de fruta color naranja. Me voy hacia adentro sabiendo que aun no debo irme, pero entonces vuelvo a salir y es como saludarnos otra vez.
Me alegra tu presencia pequeño chino, ya es hora de que sepas que no barro tantas veces la misma vereda porque soy tan limpia, la barro para que salgas, para que salgas y me convides de tus ojos de miel, de tus manos de barro y tus cordones desatados.