A veces me sentí Laura aunque no me fui físicamente a ninguna parte, escuché con atención cada hojarasca crepitar, sentí las verdes y rojas luces del amor, y todos los días intento guardar en mis manos esta libertad…Gracias por todos tus pequeños y grandes brillos, por la profundidad y la sencillez. Flaquito me dejaste tantos amores, brisas, cosquillas y paisajes como nadie. Qué bonita tu alma. Gracias por la ternura y toda esa magia tuya que nos compartiste. Tengo mi pequeña vida llena de tu música, cada pedacito de tus túneles luminosos vivieron y viven en mí. Tu ternura de niño gigante es eterna. GRACIAS.
Gracias Santi por presentarme “al Luis Alberto”, recuerdo mucho ese día, estábamos en tu cuartito y me dijiste “te gusta el flaco?” yo era una niña descubriendo…prendiste su magia y desde ese momento está en mi para siempre.
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