Todas las mañanas a eso de las once se asoma, me mira desde afuera, balancea la cabeza de un hombro a otro, la sonrisa permanente, los ojos achinados, su zapatilla-trasporte lista para la travesía.
Lo veo así, tan dulce, tan feliz y me acerco, le agradezco por venir, le muestro la iguana de madera que puse a tomar sol hace mas de una hora, él la mira, apoya sus manitas y la mima, unos mimos nuevos, como si fueran los primeros.
Da unas vueltas al rededor de las cosas y de vez en cuando vuelve a darme sus ojos con la cabeza en diagonal.
Nos compartimos el sol esos minutos, nos queremos.
Toca todo lo que sabe que no tiene que tocar, yo lo dejo y le regalo un caramelo de fruta color naranja. Me voy hacia adentro sabiendo que aun no debo irme, pero entonces vuelvo a salir y es como saludarnos otra vez.
Me alegra tu presencia pequeño chino, ya es hora de que sepas que no barro tantas veces la misma vereda porque soy tan limpia, la barro para que salgas, para que salgas y me convides de tus ojos de miel, de tus manos de barro y tus cordones desatados.
sábado, 21 de mayo de 2016
Recuerdo
Tengo un recuerdo de vos
Sueño con cantos
no hay aljibes ni lunas ni perros ni nada de eso que decora.
Tengo un recuerdo de vos
sueño la puerta de chapa, la leña, el frío
Ni un pájaro que me despeje
Ni una flor que me distraiga
sigue el recuerdo de vos.
Sueño bocas abiertas y gargantas sin aire.
Te recuerdo.
No despierto.
Sueño con cantos
no hay aljibes ni lunas ni perros ni nada de eso que decora.
Tengo un recuerdo de vos
sueño la puerta de chapa, la leña, el frío
Ni un pájaro que me despeje
Ni una flor que me distraiga
sigue el recuerdo de vos.
Sueño bocas abiertas y gargantas sin aire.
Te recuerdo.
No despierto.
Palabras de Ofelia a Hamlet
De
nada sirven las coronas, los caballos,
De
nada sirve tanta palabra llena de miel y terciopelo
Tanta
poesía
De
nada sirve tu amor si tus ojos persiguen la muerte
De
nada sirve tu beso al inicio del teatro
De
nada sirven tus pausas/ mis pausas/ el tiempo
Si
tu corazón es tartamudo y tu mente no caya
De
nada sirve tu vida Hamlet
De
nada sirve la mía.
lunes, 9 de mayo de 2016
yo no soy Ofelia
Yo
no soy Ofelia
No
tengo los labios llenos de nieve ni las venas rotas ni la soga al cuello,
Sólo
me muero de a ratos; en otros, me descubro aferrada a mis cajones, a mi silla y
mi neurosis.
Yo
no soy Ofelia pero ella me estremece;
Como
cuando un gato se estira y grita por comida, con la cola parada y los ojos que
se salen.
Me
estremecen.
Yo
no soy Ofelia
Pocas
veces arranco las puertas de mi casa
Mi
alma es un desorden.
Conozco
los nombres de algunas flores pero no de tantas como ella
A
veces he regalado melisas, hacen llorar.
Pero
no tengo un horno para mi cabeza ni un Hamlet para mis oídos.
Yo
no soy Ofelia
Pero
trabajo cerca del grito del mundo, lo camino y me lo lloro con barro
Desentierro
relojes para enterrar los míos
Me
los cuelgo en los ojos como lágrimas.
Yo
no soy Ofelia
Hago
el amor en la cama, en la silla, en la mesa
A
veces a la siesta, pero pocas veces si no quiero.
Ofelia
Me
estremece la tristeza de su nombre
Tan
delgada como un tallo
Tan
frágil y pequeña
Tan
blanca y loca
Tan
Ofelia.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)